Explicarle el éxito de los juguetes de Los basurillas a alguien que no tiene hijos es complicado, porque están algo alejados de los habituales personajes adorables, aventureros intrépidos, monstruos legendarios y otras variantes de la figura de acción tradicional.
Y es que “Los basurillas” (Trash Pack en inglés) no son más que criaturas que viven en la basura, entre los que podemos encontrar electrodomésticos usados, restos de comida, animales y monstruos, … incluso extraterrestres y objetos extraños.
Lo cierto es que los personajes son muy variados, blanditos hechos como de goma y con un tacto agradable, y lo suficientemente pequeños como para poder llevarlos a cualquier parte.
También hay una serie de televisión, que fue emitida por Clan TV en España hace tiempo y de la que hay 9 episodios disponibles para ver online. Nunca hemos visto ningún episodio fuera de esos 9, y desconozco si fue una serie diseñada para vender los juguetes o por el contrario la serie aprovecha la fama de los juguetes para hacer algo de caja gracias a la marca.
El fabricante de juguetes Moose es el creador de esta franquicia que tan buena acogida ha tenido entre los niños, al menos entre mi hijo y sus amigos. En nuestro caso las navidades trajeron entre los regalos el camión de basura y la incineradora, además de montones de cubos de basura que es donde vienen los personajes.
Y lejos de que se le pase la afición, mi hijo aprovecha cualquier pequeña cantidad de dinero que puede ahorrar para comprarse un paquete nuevo de sus queridos basurillas. Selecciona cuidadosamente en la tienda el que más le gusta, porque hay algunos que son “raros” y otros “ultra-raros” que siempre le hacen especial ilusión, y apenas puede esperar a llegar a casa para abrir el paquete y ponerse a jugar. Realmente pasa muchos buenos ratos jugando con ellos.
Es agradable verle jugar y desarrollar la imaginación inventando historias y situaciones, construyéndoles casitas y montándolos en sus trenes. Si tiene que ser con unos personajes desagradables como estos, que así sea. Qué demonios.