Vivimos en la época de la televisión por Internet, la época donde la tele del salón tiene decenas (cientos) de canales disponibles por antena terrestre o satélite, y donde la oferta de dibujos animados es tan extensa que ningún niño llegaría a digerirla nunca por completo antes de cumplir los 50 años.

En este contexto a muchos les parecen obsoletos los audiocuentos, y reconozco que lo son en muchos sentidos, como pueden ser también obsoletos los libros en papel puesto que es un formato que ha sido superado. Pero los audiocuentos formaron una parte importante de mi infancia, y creo que deberían tener un hueco en los primeros años de los niños de esta generación. Igual que es importante leer cuentos, porque leer fomenta la concentración, creo que es importante escuchar cuentos porque fomenta la imaginación.

Cerrar los ojos mientras escuchas una bonita historia es sin duda la mejor forma de dormirse, y también he descubierto que en el coche son un buen sustituto para los dibujos animados. Proporcionan a los niños una experiencia diferente, igual de entretenida que tener una pantallita delante con los dibujos animados y más cómoda al no tener que esforzarse por mirarla.

Hay dos formas de conseguir esos audiocuentos hoy en día, una es descargarlos para poder escucharlos en cualquier parte y otra es tener una conexión a Internet para verlos online.

Cassette

Audiocuentos para escuchar desconectado

Audiocuentos en iTunes

Dentro del primer caso, cuando sabes que no vas a tener conexión estable (habitual en el coche) lo mejor es descargar los cuentos al dispositivo que quieras utilizar. Para esto he llegado a la conclusión de que la mejor fuente es iTunes, con un surtido bastante amplio de audiocuentos muy fáciles de descargar.

Valen dinero, es cierto, pero en el caso de los cuentos infantiles no suele ser demasiado y la comodidad merece la pena. El principal inconveniente es que el surtido en español no es demasiado amplio, y la mayoría del que hay está narrado en español latino. Y aunque en los dibujos animados no sea muy importante este cambio de acento, creo que no es lo idóneo para que los niños aprendan.

También puedes buscarlos en Google en formato MP3 para copiarlos a tu móvil, o a un pendrive si tu coche tiene reproductor compatible. En este caso hay sitios fácilmente accesibles como http://parachiquitines.com/audiocuentos/ o http://libroselva.es/foro/forum.php.

Cuando tienes conexión a Internet

Cuentacuentos de Salvat en YouTube

Si confías en tu conexión a Internet y tienes un smartphone es más fácil que abras la aplicación de YouTube, una simple búsqueda de “audiocuentos en español” devolverá resultados suficientes para tener a los niños entretenidos durante todo el viaje.

Uno de los mejores canales que he encontrado es el de Cuenta Cuentos Salvat una vieja colección de cuentos que se vendía con “cassette” y que ha decidido recuperar su archivo. Suenan deliciosamente retro, casi puede oirse girar el motor del radiocassete.

Encontrarás muchos otros audiocuentos en YouTube, como esta playlist “Audiocuentos” de “Toy Cantando”, pero si no quieres escuchar una y otra vez los clásicos de siempre el canal de Salvat tiene un surtido más que completo.

También está muy bien la colección de cuentos que encontrarás en el programa “Contando cuentos” de Radio 5, en Radio Nacional de España. Hablé hace tiempo de este interesante programa para tu smartphone.

Una alternativa interesante, si lo que quieres es descargar los audiocuentos, es suscribirte a CuentosParaDormir.com. La suscripción puede parecerte algo cara, cuesta 29€/año, pero si la comparas con iTunes y si tienes en cuenta que podrás descargarte la colección completa en MP3 podrías acabar llegando a la conclusión que es un dinero bien gastado.

Cuentos en inglés

Si lo que quieres es tener cuentos en inglés, a mí me gusta pasarme de vez en cuando por StoryNory.com porque fue una de las primeras páginas que encontré. Tampoco cuesta tanto encontrar en Google otras alternativas como Light up your brain.

¿Y a mí cual es la fórmula que más me gusta?

Prefiero jugármela y pensar que voy a tener Internet, confiar en YouTube o en los cuentos de Radio Nacional de España. De esa forma el surtido es más amplio y no es tan repetitivo, siempre hay lugar para las sorpresas.

Eso sí, tengo siempre a mano en la guantera del coche un pendrive con cancioncitas y cuentos, así como un CD de música de los de toda la vida. Es una especie de plan B 🙂

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